domingo, 30 de octubre de 2011

Información al paciente de cáncer.


  Un tema prioritario es la información que se administra al paciente acerca del diagnóstico, pronóstico y tratamiento. Aunque hasta la década de los sesenta la mayor parte de los médicos tendía a informar escasamente o no informar a los pacientes de cáncer del trastorno que padecían, la tendencia en los últimos años se ha invertido, en algunos países, cono Estados Unidos, por imperativos legales, en otros por razones diversas entre las que se incluyen la demanda de los propios pacientes y la adopción de un modelo de atención médica más centrado en el papel activo del paciente. Probablemente, también sea importante el haber constatado que los pacientes informados correctamente muestran una mejor adaptación social a largo plazo, aunque no de forma inmediata.


Los efectos positivos de la información al paciente de cáncer dependen del contenido de la información, de cómo y de cuándo se emita. Respecto al contenido de la información ésta debe incluir al menos:

·         El diagnóstico y características clínicas del cáncer.

·         Características de los procedimientos de diagnóstico y tratamiento, las razones por 
          las que se aplican y los efectos benéficos que comportan.

·         Efectos colaterales de los tratamientos, tipos e incidencia y estrategias o medios                        
          para disminuir o paliar los efectos negativos: prótesis, posible caída del cabello,  
          náuseas y vómitos, etc.

En cuanto al cómo y el cuándo:

·         La información ha de ser secuencial, es decir, ha de tener en cuenta los diferentes

          momentos o fases del proceso asistencial, de forma que sea específica y concreta a 
          la situación en que se encuentre.

·         Debe estar administrada por el especialista del área en cuestión, de forma que los 
          aspectos acerca de las características y curso de la enfermedad han de ser  
          comunicados por el médico, mientras que los aspectos psicosociales han de ser 
          comunicados por el psiquiatra. Inicialmente, la información se dará por medio de 
          conversación, pudiendo complementarse mediante folletos, películas o información 
          provenientes de otras personas que hayan pasado por una experiencia similar (en  
          este caso es imprescindible un entrenamiento específico de esas personas).

·         Hay que adecuar la información al estilo de afrontamiento del paciente. La 
          investigación ha revelado distintos estilos de afrontamiento por parte de los  
          pacientes, algunos prefieren olvidar, negar o evitar la evidencia de la enfermedad. 
          En este caso, una información reiterada y exhaustiva puede serles negativa, 
          mientras que otros prefieren buscar cuanta más información mejor, por lo que se les 
          debe facilitar la máxima posible.

·         La información ha de estar estructurada integrando un esquema conceptual de lo que 
          significa el cáncer, pues en muchos casos es necesario hacer comprender al paciente          
          que el concepto que tiene sobre el cáncer es incorrecto e inadaptivo. Asimismo hay 
          que insistir en las posibilidades de intervención actuales, insistiendo en las elevadas 
          tasas de recuperación que se consiguen, y destacar la importancia de la actuación 
          que debe llevar a cabo el propio paciente.

          En todo caso, la información ha de ser realista y hay que abstenerse de ofrecer 
          panaceas, ni expectativas positivas infundadas.

          La información del diagnóstico o tratamientos a seguir, puede hacerle sentir al        
          paciente mayor ansiedad inicialmente, pero a medio y largo plazo los pacientes  
          informados y sus familiares logran desarrollar una mejor adaptación al proceso: la                
          ausencia de información puede producir una mejor adaptación pero sólo a corto 
          plazo. Ha de tenerse en cuenta que el dar información puede llevar a un mayor 
          estado de estrés sólo si no se acompaña de entrenamiento en estrategias para 
          afrontar los problemas que se originarán. Conviene, por tanto, registrar los efectos 
          de la información, así como la precisión y comprensión por el paciente de lo que se 
          ha comunicado.



jueves, 27 de octubre de 2011

Historia de la risoterapia


Cuando se empezó a utilizar la risoterapia como técnica curativa se creía en el poder que tenía para influir en el cuerpo, sobre todo en los estados de ánimo alegres y felices, los cuales crean una predisposición favorable para la curación corporal. La recomiendan como una practica complementaria a las terapias curativas de gran efectividad.La risoterapia practica desde hace mucho tiempo como técnica complementaria no solo en terapias mentales, sino también en la curación de enfermedades corporale.

En China los taoistas enseñaban que una simple sonrisa aseguraba la salud, la felicidad y la longevidad: pensaban que la salud de una persona era proporcional a las veces que se reía durante el día.
En la Edad Media uno de los momentos más importantes era la actuación de los bufones durante las comidas con el fin de producir hilaridad en los comensales, con lo que se lograba una mejor digestión.

El filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804) decía que la risa es «un fenómeno psicosomático». El médico inglés William Battie, realiza tratamientos a los enfermos mentales complementadolo con la utilización del sentido del humor. Richard Mulcaster (1530-1611) recomendaba la risa moderada como ejercicio. Robert Burton (1577-1640) erudito inglés propone la risa como método terapéutico. William McDougall, profesor de psicología en Harvard, sostiene que la función biológica de la risa es para ayudar a mantener el bienestar y la salud psicológica. Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar nuestro organismo de energía negativa. Esa catarsis -según él- nos permitiría vivir mejor.

El cáncer de mama en el hombre

El cáncer de mama también afecta a los hombres pero en un porcentaje mucho menor (1%) comparado con la población femenina que lo padece.
Los síntomas son similares a los que presenta la mujer, y el pronóstico y tratamiento es el mismo que el de ellas y es el que se explica a continuación
El mayor problema que se observa es que se detecta un poco más tarde pues, al darse en pocos hombres, se piensa en otros diagnósticos antes que en un cáncer de mama.

Tipos de cáncer de mama

La mayoría de los tumores que se producen en la mama son benignos, no cancerosos, y son debidos a formaciones fibroquísticas.

El quiste es como una bolsa llena de líquido y la fibrosis es un desarrollo anormal del tejido conjuntivo. La fibrosis no aumenta el riesgo de desarrollar un tumor y no requiere de un tratamiento especial. Los quistes, si son grandes, pueden resultar dolorosos. La eliminación del líquido con una punción suele hacer desaparecer el dolor. La presencia de uno o más quistes no favorece la aparición de tumores malignos.

 Los tumores benignos están relacionados en su mayoría con factores genéticos. Los síntomas que producen son dolor e inflamación pero ni se diseminan al resto del organismo ni son peligrosos.

 Dentro de los tumores malignos, existen varios tipos en función del lugar de la mama donde se produzca el crecimiento anormal de las células y según su estadio.

 Los tumores pueden ser localizados o haberse extendido, a través de los vasos sanguíneos o mediante los vasos linfáticos, y haber dado lugar a metástasis, es decir, a un cáncer en un órgano distante al originario.
 De todos los casos de cáncer de mama, sólo el 7-10% de ellos presenta metástasis de inicio.
Los tipos de cáncer de mama se clasifican en:


El carcinoma ductal in situ se origina en las células de las paredes de los conductos mamarios. Es un cáncer muy localizado, que no se ha extendido a otras zonas ni ha producido metástasis. Por este motivo esta enfermedad 'premaligna' puede extirparse fácilmente. La tasa de curación ronda el 100%. Este tipo de tumor se puede detectar a través de una mamografía.
 El carcinoma ductal infiltrante (o invasivo) es el que se inicia en el conducto mamario pero logra atravesarlo y pasa al tejido adiposo de la mama y luego puede extenderse a otras partes del cuerpo. Es el más frecuente de los carcinomas de mama, se da en el 80% de los casos.

El carcinoma lobular in situ se origina en las glándulas mamarias (o lóbulos) y, aunque no es un verdadero cáncer, aumenta el riesgo de que la mujer pueda desarrollar un cátumor en el futuro. Se suele dar antes de la menopausia. Una vez que es detectado, es importante que la mujer se realice una mamografía de control al año y varios exámenes clínicos para vigilar el posible desarrollo de cáncer.


El carcinoma lobular infiltrante (o invasivo) comienza en las glándulas mamarias pero se puede extender y destruir otros tejidos del cuerpo. Entre el 10% y el 15% de los tumores de mama son de este tipo. Este carcinoma es más difícil de detectar a través de una mamografía.


El carcinoma inflamatorio es un cáncer poco común, tan sólo representa un 1% del total de los tumores cancerosos de la mama. Es agresivo y de rápido crecimiento. Hace enrojecer la piel del seno y aumentar su temperatura. La apariencia de la piel se vuelve gruesa y ahuecada, como la de una naranja, y pueden aparecer arrugas y protuberancias. Estos síntomas se deben al bloqueo que producen las células cancerosas sobre los vasos linfáticos.

sintomas del cancer de mama

En los estadios iniciales del cáncer de mama la mujer no suele presentar síntomas. El dolor de mama no es un signo de cáncer aunque el 10% de estas pacientes lo suelen presentar sin que se palpe ninguna masa.

El primer signo suele ser un bulto que, al tacto, se nota diferente del tejido mamario que lo rodea. Se suele notar con bordes irregulares, duro, que no duele al tocarlo. En ocasiones aparecen cambios de color y tirantez en la piel de la zona afectada.

No todos los tumores malignos presentan estas características pues algunos tienen bordes regulares y son suaves al tacto. Por este motivo, cuando se detecte cualquier anomalía se debe consultar con el médico.

En las primeras fases, el bulto bajo la piel se puede desplazar con los dedos. En fases más avanzadas, el tumor suele estar adherido a la pared torácica o a la piel que lo recubre y no se desplaza. El nódulo suele ser claramente palpable e incluso los ganglios de las axilaes pueden aumentar de tamaño. Los síntomas de estas etapas son muy variados y dependen del tamaño y la extensión del tumor.

Otros signos que pueden aparecer son:

- Dolor o retracción del pezón.
- Irritación o hendiduras de la piel.
- Inflamación de una parte del seno.
- Enrojecimiento o descamación de la piel o del pezón.
- Secreción por el pezón, que no sea leche materna.

¿QUÉ ES EL CÁNCER DE MAMA?


El cáncer de mama consiste en un crecimiento anormal y desordenado de las células de éste tejido.

La mama está formada por una serie de glándulas mamarias, que producen leche tras el parto, y a las que se les denomina lóbulos y lobulillos.

Los lóbulos se encuentran conectados entre sí por unos tubos, conductos mamarios, que son los que conducen la leche al pezón, durante la lactancia, para alimentar al bebé.

Las glándulas (o lóbulos) y los conductos mamarios están inmersos en el tejido adiposo y en el tejido conjuntivo, que, junto con el tejido linfático, forman el seno.

A modo de muro de contención, actúa el músculo pectoral que se encuentra entre las costillas y la mama.

La piel recubre y protege toda la estructura mamaria.

El sistema linfático está formado por recipientes y vasos o conductos que contienen y conducen la linfa, que es un líquido incoloro formado por glóbulos blancos, en su mayoría linfocitos. Estas células reconocen cualquier sustancia extraña al organismo y liberan otras sustancias que destruyen al agente agresor.

Conceptos básicos del cáncer

CÉLULAS NORMALES
Y CÉLULAS CANCEROSAS

La célula es el elemento más simple, dotado de vida propia, que forma los tejidos organizados. Está compuesta por una masa rodeada de protoplasma que contiene un núcleo.

Una pared celular rodea la célula y la separa de su ambiente. Dentro del núcleo está el ADN, que contiene la información que programa la vida celular.
El hombre está compuesto de millones de células.

La célula se divide y al hacerlo sus estructuras se dividen también en otras exactamente iguales a las anteriores, con los mismos componentes y funciones que la originaria.

Las células normales crecen a un ritmo limitado y permanecen dentro de sus zonas correspondientes. Las células musculares se forman y crecen en los músculos y no en los huesos; las de los riñones no crecen en los pulmones, etc.

Estas funciones y este ritmo de crecimiento viene determinado por el ADN. Algunas células tienen menos tiempo de vida que otras, como por ejemplo las células del intestino que tienen un período de vida de dos semanas, mientras que los hematíes viven durante unos tres meses.

Otras células van a vivir el tiempo que viva la persona y sólo se dividen para sustituirse a sí mismas, éste sería el caso de las células óseas que actúan cuando hay que reparar una fractura.

La vida de cada grupo de células es distinta y funcionará según se lo dicte su ADN que es distinto para cada tipo de célula. Cada célula está bien diferenciada.

La sangre aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios para la vida celular y recoge los productos de deshecho producidos por las células y los transporta a los órganos de filtrado y limpieza (riñones, hígado, pulmones).
La linfa es un líquido incoloro que se compone, en su gran mayoría, por linfocitos, un tipo de glóbulos blancos, y que recorre todo el organismo a través de vasos linfáticos.

El sistema inmunológico se encarga de la defensa del cuerpo a través de los leucocitos que buscan y destruyen a las bacterias y virus.

Los leucocitos viajan por la sangre y por la linfa y se acumulan en aquellos lugares donde hay infección para rodear y matar a las bacterias o virus y, más tarde, emigran por medio de los vasos linfáticos a los ganglios linfáticos.

Los ganglios linfáticos son como racimos de uvas situados en distintas partes del organismo.

Cada ganglio recibe los linfocitos y es en ellos donde se filtran y destruyen las bacterias, los desechos y los propios linfocitos desgastados.

Cuando se produce alguna infección, los ganglios linfáticos se pueden inflamar. Si la infección se produce en un diente, se inflamarán los del cuello. Si la infección es en una mano, estarán aumentados los de la axila correspondiente. Los ganglios también pueden estar inflamados cuando hay un tumor.

La célula normal pasa a convertirse en una célula cancerosa debido a un cambio o mutación en el ADN. A veces esas células, cuya carga genética ha cambiado, mueren o son eliminadas en los ganglios linfáticos. Pero, otras veces, siguen con vida y se reproducen.

Las células cancerosas tienen un aspecto diferente, bien porque su forma ha cambiado o porque contengan núcleos más grandes o más pequeños.

Estas células son incapaces de realizar las funciones que corresponden a las células pertenecientes a ese tejido.

Generalmente se multiplican muy rápidamente, porque les falta un mecanismo de control del crecimiento.

Con frecuencia, son inmaduras debido a que se multiplican de una forma muy rápida y no tienen tiempo suficiente para crecer plenamente antes de dividirse.
Al formarse un gran número de células cancerosas, se amontonan, presionan o bloquean a otros órganos y les impiden realizar su trabajo.

Como no se limitan al espacio originario donde se forman, y se extienden a otras zonas, se dicen que son invasivas.

Tienden a emigrar a otros lugares, a través de la sangre o de la linfa. Las células que se encargan de la defensa del organismo suelen destruirlas, así separadas, pero si sobreviven pueden producir un nuevo crecimiento en un lugar diferente, metástasis, y dañar a otros órganos.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Intervención psiquiátrica a pacientes de cáncer

El tratamiento psiquiátrico del paciente de cáncer tiene como objetivo mejorar la calidad de vida y la adaptación,
tanto del paciente como de los miembros de su entorno familiar. Por otro lado, en todo momento la intervención psiquiátrica ha de estar integrada con el servicio de atención médica de un modo inter/multidisciplinar. 

El estilo de afrontamiento y el nivel de ajuste o adaptación del paciente ante el cáncer va a depender:

-del grado de patología a nivel clínico
-de los efectos de los tratamientos (cirugía, quimioterapia, radioterapia, etc.)
-del nivel y modo de información que reciba
-del apoyo social y recursos ambientales
-así como de las competencias del paciente para hacer frente al estrés y la disponibilidad de tratamiento psicológico 

Las líneas de intervención psiquiátrica en el área del cáncer son las siguientes:

-Intervenciones preventivas:  eliminación de hábitos de consumo de sustancias de riesgo, afrontamiento del estrés, adopción de hábitos saludables y de conductas que faciliten la detección temprana de tumores.
-Información adecuada al paciente: Contenidos, tipos de información, estilo, vías de administrar la información al paciente y familiares, así como el momento y la secuencia más oportuna.
-Preparación a la hospitalización y tratamientos: Con el objeto de reducir la ansiedad y el impacto estresor que conllevan y adquirir respuestas adaptativas a esta situación. En este caso, el objetivo es controlar las reacciones emocionales y repertorios de afrontamiento ante la hospitalización y la cirugía.
-Tratamiento tras el diagnóstico de cáncer: Con el objetivo de reducir la ansiedad, depresión y reacciones emocionales desadaptativas; promover un sentido de control personal y participación activa; dotar al sujeto de estrategias para hacer frente al estrés y facilitar la comunicación del paciente con su pareja y su familia.



La psiquiatría

La psiquiatría es la especialidad médica dedicada al estudio de la enfermedad mental con el objetivo de prevenir, evaluar, diagnosticar, tratar y rehabilitar a las personas con trastornos mentales y desviaciones de lo óptimo.
Los tratamientos psiquiátricos suelen dividirse en dos tipos: biológicos y psicoterapéuticos.
 
-Los biológicos son aquellos que actúan a nivel bioquímico en el cerebro del paciente, como es el caso de los medicamentos y la terapia electroconvulsiva.
 
-Los psicoterapéuticos son aquellos que se valen de técnicas como la psicoterapia para mejorar la condición del paciente. Sin embargo, la psicoterapia es una aplicación de la psicología, útil en el tratamiento de trastornos psiquiátricos.