miércoles, 30 de noviembre de 2011

Soporte nutricional en pacientes con cáncer

 La desnutrición es común en pacientes con cáncer. Se estima que 80-90% de los pacientes con neoplasias avanzadas o metastásicas presentan una pérdida ponderal superior al 10% de su peso habitual, entre otras manifestaciones. Si bien el fenómeno rotulado como "caquexia asociada al cáncer" es complejo en su fisiopatología, estudios recientes han delineado el rol de diversas citoquinas circulantes. Estas sustancias son péptidos originados en células tumorales, y en linfocitos y macrófagos normales, entre otras, y ejercen poderosos y variados efectos sobre el metabolismo intermedio, la proliferación y muerte celular, y la formación de nuevos capilares (angiogénesis). Numerosos estudios han clarificado por qué es tan difícil incrementar la masa corporal magra en pacientes con cáncer, aún cuando se implementan programas agresivos de apoyo nutricional.

        Los pacientes con cáncer pueden desarrollar deficiencias en vitaminas y oligoelementos, pero la forma más común de depleción nutricional es la desnutrición proteico-calórica. En principio, el tratamiento óptimo de esta condición sería una terapia antineoplásica que erradicara completamente la enfermedad maligna, a expensas de efectos adversos mínimos, y sin generar un deterioro nutricional agregado. Afortunadamente, estas terapéuticas existen en la actualidad (terapia hormonal del carcinoma mamario o prostático, por ej.). Sin embargo, un grupo muy importante de pacientes neoplásicos requiere terapéuticas más agresivas, como cirugía, quimioterapia, radioterapia o manipulaciones inmunológicas. La combinación del trastorno metabólico inducido por la neoplasia, más la desnutrición provocada por los ayunos forzosos (no siempre necesarios) para los estudios y tratamientos y el impacto nutricional de los tratamientos, deja a muchos pacientes en una situación nutricional extremadamente desfavorable.
Reiki, la Reconexión,Delfinterapia, Metamórfica,Abrazoterapia , Meditación, Bioenergética, cromoterapia

lunes, 28 de noviembre de 2011

El reiki

Reiki, del japonés reiki (poder espiritual, atmósfera misteriosa) es una práctica seudocientífica considerada como medicina complementaria y alternativa  , que trata de lograr la sanación o equilibrio del paciente a través de la imposición de las manos del practicante, canalizando cierta supuesta "energía vital universal". Las pruebas clínicas realizadas no han encontrado ningún efecto positivo más allá del placebo. No obstante, en la actualidad se usa el reiki como terapia complementaria en algunos hospitales y clínicas. El reiki no es considerado una religión por sus seguidores.El reiki no puede reemplazar al tratamiento médico, aunque sí se puede utilizar de forma complementaria.

Fundamentos    

Etimología

 El término japonés reiki es , en esa lengua , un préstamo del chino lingqi . Las fuentes lexicográficas del japonés traducen reiki como : sensación de misterio , una atmófesra de misterio...Para algunos autores occidentales traducen el término  como energía vital universal. Si bien ki es correctamente traducido como ernegía vital , rei no tiene en ninguna acepción el significado de universal.

Teoría

Según sus seguidores, el reiki es un sistema de armonización natural que utiliza la aún no demostrada "energía vital universal", para tratar enfermedades y desequilibrios físicos, mentales y emocionales. Se establecen cinco principios que han de ser tomados como norma de vida :

Secretos de la felicidad.
Medicina espiritual para todas las enfermedades.

          Sólo por hoy (Kyo Dakewa).
No te preocupes (Ikaruna).
No te irrites (Shinpai shuna).
Agradece (Kansha Shite).
Trabaja duro (Kyo wo hageme).
Sé amable con los demás (Ito ni shinsetsu-ni).

Sus practicantes los recitan una vez al día como si fuesen una oración o mantra, antes o después de meditar, y fundamentan su vida en ellos.

Práctica

La práctica del reiki se fundamenta en un emisor o canal que, a través de sus manos o de otros métodos -según el nivel- , transmitiría el reiki (fuerza natural que nos da vida) a un receptor que puede ser él mismo u otra persona (presente o no en el espacio-tiempo), con el fin de paliar o eliminar molestias y enfermedades. No obstante, dado que sería una energía universal, los tratamientos podrían también dirigirse a otros seres vivos como animales, plantas o a determinadas situaciones.

Chakras principales
El método reiki se basa en la creencia de la religión hinduísta de que el correcto fluir de la energía vital a través de los siete principales centros de energía de nuestro cuerpo o chakras, es lo que asegura un buen estado de salud en el organismo. Según esta creencia, el mal funcionamiento o bloqueo de la energía en uno o varios chakras sería lo que provoca o agrava el mal estado de salud, dando lugar a trastornos y enfermedades que, finalmente, se reflejan en el cuerpo físico. El método consiste en dirigir energía reiki principalmente a los centros energéticos del paciente, con el fin de desbloquearlos y potenciar el proceso de recuperación.




 

La vida después del tratamiento del cáncer

Así como el tratamiento del cáncer afecta su salud física, también afecta la manera como se siente, piensa y hace las cosas que le gustan. El tratamiento, además de ocasionar muchas emociones que podrían sorprenderle, puede de hecho cambiar la forma en que funciona su cerebro. Así como necesita cuidar su cuerpo después del tratamiento, necesita también cuidar sus emociones.
La experiencia del cáncer es diferente y exclusiva para cada persona e igualmente exclusivos son también los miedos y las emociones que tenga. Los valores con los que creció pueden afectar la forma en que piense y se enfrente al cáncer. Algunas personas sienten que deben ser fuertes y proteger a sus amigos y familiares. Otras buscan el apoyo de sus seres queridos y de otros sobrevivientes de cáncer, o se respaldan (o amparan) en la fe para seguir adelante. Algunos encuentran ayuda entre consejeros y otras personas ajenas a la familia, mientras otros no se sienten cómodos con esta opción. Cualquiera que sea su decisión, es importante que haga lo que esté bien para usted y no se compare con otros.
He aquí algunos sentimientos comunes que otras personas han tenido después del tratamiento del cáncer. 

Cuidados psicológicos para los enfermos de cancer

Hoy sabemos que un elevado porcentaje de cánceres antes incurables pueden ser tratados con éxito. Pero el camino de la recuperación a veces es largo y difícil; no sólo para el enfermo sino también para aquellas personas que le rodean.

Frecuentemente, pensamos que ante estas circustancias hay pocas cosas que puedan hacer. Pero es importante que sepas que, aunque ésta es una sitación difícil, todos los miembros de la familia pueden ayudar. Tu puedes participar en la recuperación del enfermo y contribuir a que se sienta mejor. Con ello mejorará tu estado de ánimo y conseguiras un ambiente más confortable.

Es posible que pienses que no tienes estrategias adecuadas para enfrentarte a los sentimientos de los enfermos. Esta sensación puede desaparecer si conoces más a fondo los sentimientos de la otra persona y dispones de una serie de pautas que puedes utilizar para comunicarte con ella.

Vamos a explicarte primero las reacciones emocionales más frecuentes que suelen aparecer en estos enfermos; fundamentalmente son ansiedad y depresión. Ambas reacciones son normales ante esta nueva y difícil situación, lo que no significa que no podamos hacer nada; quizá no sea posible hacer que desaparezcan por completo, pero sí podemos contribuir a mejorarlas.

Ansiedad
Cuando hablamos de ansiedad nos referimos a aquellos sentimientos y sensaciones como el miedo, la preocupación, la angustia, la aprensión, que nos producen un enorme malestar. En el enfermo de cáncer, la ansiedad se presenta como sensación de amenaza contra su vida, miedo al dolor y sufrimiento, temor al rechazo debido a cambios corporales, etc...

Depresión
La depresión es un sentimiento de tristeza persistente provocado por pensamientos negativos hacia uno mismo y/o hacia el mundo que le rodea. La depresión en pacientes oncológicos se produce por la pérdida de salud y la posibilidad de realizar sus actividades cotidianas y por la disminución en su calidad de vida.
La ansiedad y la depresión provocan cambios en su comportamiento tales como llanto, pérdidad de apetito, alteraciones del sueño, pérdidad de interés por las cosas, dificultades para concentrarse en pequeñas tareas, cambios bruscos en su estado de ánimo, etc... Estas reacciones pueden diferir de un enfermo a otro, dependiendo de su actitud frente a todo este proceso y del apoyo que reciba de su entorno.
Ahora ya conoces algo más sobre los sentimientos que pueden aparecer en el enfermo, sin embargo ésto no es suficiente, ya que el paciente en este momento necesita que le escuches y que le comprendas. Para facilitar el proceso de comunicación con el enfermo vamos a desarrollar dos habilidades básicas: La escucha y la comprensión.


La habilidad de escuchar adecuadamente significa transmitir al otro que estammos interesados y atentos a lo que nos está contando, de esta forma la comunicación será más fácil y agradable para ambos. Para lograrlo debemos estar disponibles y atentos únicamente a nuestro interlocutor.

¿Como?

* Con gestos y con el cuerpo?
Cuando escuchamos es importante no olvidar que en la comunicación nuestros gestos y posturas son elementos esenciales. No sólo escuchamos con los oídos, también lo hacemos con la mirada, la manos, la inclinación del cuerpo, etc...
Por ello cuando escuches al enfermo debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Permanecer a poca distancia del enfermo durante la conversación, esto es, que tu cuerpo se incline ligeramente hacia él.
- Mirar al enfermo a la cara y/o a los ojos mientras nos está hablando.
- Realizar movimientos de cabeza para sentir y acompañar la escucha con gestos de manos, brazos, etc...
- Acompañar con expresiones faciales que reflejen que estamos entendiendo lo que el enfermo nos está contando. Por ejemplo: sonreir si nos cuenta algo alegre, mostrar sorpresa, tristeza, preocupación, etc...

* Con palabras:
Normalmente consideramos que para escuchar tenemos que permanecer callados, sin embargo, para realizar una escucha adecuada, es necesario utilizar pequeñas expresiones verbales que transmitan al enfermo que estamos interesados en lo que nos está contando.
Mientras escuchas es importante que:
- Utilices incentivos verbales como "ya veo", "uhm-uhm", "aham", etc...
- Realices pequeños resúmenes de las cosas que nos ha contado el enfermo, haciendo hincapié en los aspectos más importantes.
- Utilices frases del tipo " si no te he entendido mal...", "entonces...", "según me has comentado...", etc. antes de ofrecer el resumen

* Otros aspectos importantes para realizar una escucha adecuada son:
- No distraernos mientras el enfermo nos está hablando, sólo así podrás estar seguro de no perder parte de la información.
- No interrumpirle nunca cuando esté contándonos sus sentimiento, con frases como "no te preocupes...", "nbo tiene importancia...", etc...
- No ofrecer soluciones prematuras; cuando el enfermo te está contando algún problema, no le interrumpas para decirle que tu no conoces la solución, no es el momento de hacerlo, debes esperar a oír todo lo que quiera contarte para ofrecer la ayuda adecuada.
- Identificar el momento en el que el paciente desea que hablemos y terminemos con nuestro papel de escucha.

Cuando una persona cuenta una historia u ofrece cualquier tipo de información espera que la persona que le está escuchando comprenda lo que intenta comunicarle. De la misma forma esto también sucede cuando alguien expresa una emoción o un sentimiento.
La empatía es la capacidad de escuchar activamente los sentimientos y emociones de otras personas y entender que puede tener motivos para actuar como actúa o para sentirse como se siente. Al hacer esto, somos capaces de sentir y compartir las emociones que nuestro interlocutor está experimentando: tristeza, alegría, entusiasmo, preocupación, etc.
Empatizar es una de las habilidades más importantes en la comunicación con el enfermo, si escuchamos sus sentimientos, sentirá que alguien se preocupa por él, así serás una persona significativa con la que compartirá sus emociones negativas lo que facilitará que también preste atención a las cosas positivas que le rodean.

¿Como?
- Observar los gestos, la postura y el tipo de palabras que utiliza el enfermo. así podrás utilizar los gestos y palabras similares, lo que facilitará la comunicación entre ambos y la sensación de ser comprendido.
- Utiliza expresiones para indicarle que le estás entendiendo. Para ello puedes emplear frases como: "Entiendo que te sientas así", "Sí te noto...", "Comprendo que...", etc.
- No emitas juicios sobre el estado de ánimo que le hagan sentirse culpable: "Estoy cansado de verte siempre llorando", "Que sea la última vez que que encuentro así", etc.
- No olvides los componentes no verbles, ya que una sonrisa, un gesto puede tener mayor impaco emocional que mil palabras.

El llanto es la manifestación de múltiples sentimientos que van desde la emoción positiva, la alegría, hasta la tristeza y la desesperanza. Como ves, en la mayoría de los casos, el llanto es una reacción adecuada ante cualquier situación emocional actuando como "válvula de escape" que permite estar más serenos para afrontar la situación.
Sin embargo, el llanto ha sido frecuentemente asociado a debilidad, a depresión, a inmadurez; por eso el que llora "es débil" o "está tomándoselo demasiado mal". Estas consideraciones están tan arraigadas en nuestra cultura que nuestra primera respuesta ante el llanto es evitarlo a toda costa, intentando "clamar al que llora", "subirle el ánimo", o "cambiar de tema".
Por esto responder a una situación de llanto, sin intentar detenerla, no es fácil; reuiere serenidad y poner en marcha las habilidades de escucha y empatía, y sobre todo no intentar detener el llanto cuando ya ha comenzado.

SI ¿Que debes hacer?
* Quédate a su lado si el enfermo no te pide lo contrario.
* Escúchale todo lo que nos quiera decir.
* Evita que otros interrumpan el llanto.
* Quédate lo más silencioso posible.
* Apóyale con el contacto físico.

NO ¿Que no debes hacer?
* Evitar por todos los medios que el enfermo siga llorando ("No llores", "tienes que ser fuerte", etc...)
* Intentar animarle o cambiar de tema ("Si tu estás bien", "No te preocupes", "Cálmate, todo va a salir bien", "Vamos un rato a ver la televisión", etc...)
* Salir del lugar si el enferno no te lo ha pedido.
* Llamar a otras personas si no lo ha pedido.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Sintomas cancer de pancreas.


A menudo se habla de este tipo de cáncer como de una 'enfermedad silenciosa', porque, en sus fases más tempranas, no da ningún síntoma de alarma que permita identificarlo. Esta circunstancia es la que impide que se diagnostique a tiempo, ya que el paciente suele acudir al médico demasiado tarde, cuando el cáncer está ya muy avanzado y las terapias son prácticamente inocuas.
A medida que el tumor crece, acaba presionando alguno de los órganos cercanos, lo que ofrece las primeras pistas para sospechar de su existencia. Algunos de estos signos de alarma que pueden permitir identificarlo son:

  • dolor abdominal, que empeora cuando el paciente ingiere alimentos. Se estima que tres cuartos de los pacientes con cáncer pancreático avanzado sufre dolor en la zona a consecuencia de la presión que el tumor ejerce sobre los nervios y órganos más cercanos.
  • debilidad, la piel adquiere un color amarillento debido a la acumulación de bilirrubina en la sangre. Esto se produce porque el conducto que la transporta desde la vesícula biliar al intestino delgado puede estar obstruido por el tumor.
  • pérdida de apetito y de peso, las células enfermas privan a las sanas de los nutrientes necesarios.
  • náuseas y vómitos, no siempre que se presentan estos síntomas tiene porqué tratarse de cáncer de páncreas. Una infección, por ejemplo, puede provocar un estado general muy parecido. Sólo el médico puede diagnosticar de qué se trata y tomar las medidas oportunas, no dude en consultarle.

¿que es el cancer de pancreas?



En los Estados Unidos cada año se diagnostican 29.000 nuevos casos de cáncer de páncreas cada año, una enfermedad que ocupa el quinto puesto de mortalidad por cáncer en todo el mundo. Se trata de uno de los tipos de tumores más difíciles de diagnosticar, debido a que los síntomas suelen aparecer cuando la enfermedad ya está en una fase demasiado avanzada. Además, la localización de esta glándula impide que los tumores más pequeños sean detectados durante las revisiones rutinarias.

El páncreas es una glándula situada en el abdomen, entre el estómago y la columna vertebral, y cercana a otros órganos como el intestino o el hígado. Con su peculiar forma de pera, el páncreas es el encargado de fabricar insulina y otras hormonas, que llegan al flujo sanguíneo y circulan por todo el organismo con el objetivo de emplear o acumular para más adelante la energía procedente de los alimentos. Además, esta glándula también segrega jugos pancreáticos, que contienen enzimas necesarias para digerir la comida.

Los tumores de páncreas pueden dividirse en dos grandes grupos, según su naturaleza, benignos o malignos. Los primeros no son cancerígenos, y los cirujanos pueden extirparlos sin mayor complicación. De hecho, la mayoría de las veces no vuelven a reaparecer después de la operación, y las células de estas tumoraciones no suelen propagarse más allá de su localización inicial. En el caso de los tumores malignos, la gravedad es mayor, y el riesgo para la vida del paciente aumenta. Las células malignas pueden llegar a invadir y dañar los tejidos colindantes, llegando a 'colarse' en el flujo sanguíneo e incluso en el sistema linfático. Éste, encargado de la defensa del organismo, es el que las células enfermas emplean como medio de trasporte para viajar desde el tumor hasta otras zonas del organismo.

Esta expansión es lo que se conoce como metástasis. Cuando las células enfermas alcanzan los ganglios linfáticos, donde se producen los glóbulos blancos (o células defensivas), es fácil que la enfermedad alcance otros ganglios y tejidos, como el hígado o los pulmones (lo que se conoce como metástasis a distancia). En otras ocasiones, la patología se propaga hasta el peritoneo, el tejido que recubre el abdomen, en estos casos se considera que la extensión es local.

Existe un tipo de cáncer pancreático muy raro, que comienza en las células que producen insulina y otras hormonas, de las que toma su nombre, cáncer de las células de los islotes pancreáticos. En estos casos, el organismo produce demasiada insulina.

Sintimas de higado.

adquieren una tonalidad amarillenta y la orina se vuelve oscura, las heces blancas, significa que se está produciendo ictericia. Muchos de estos signos son inespecíficos, y pueden estar causados por otras enfermedades que no son cancerosas.

Algunos tumores del hígado producen hormonas que actúan en otros órganos del organismo. Esto puede condicionar que se eleven los niveles de calcio en la sangre, lo que puede provocar cansancio, o reducir los niveles de azúcar, llegando incluso a causar desmayos. Todo ello puede confundir a los médicos haciéndoles pensar que la persona padece algún problema relacionado co

A menudo se habla de la 'enfermedad silenciosa' porque es frecuente que en los estadíos iniciales no dé ningún síntoma de alerta, salvo que comience a crecer cerca de la cápsulua, en cuyo caso comenzará a doler, o bien que obstruya la vía biliar yocasione ictericia. Sólo a medida que el tumor crece de tamaño y la enfermedad se extiende, pueden empezar a aparecer los síntomas. Entre estos destaca el dolor en la zona superior del abdomen y que, en ocasiones, se extienden hasta la espalda .

También puede aparecer pérdida de peso , falta de apetito, debilidad,cansancio, náusea y vómitos, fiebre... Además, si la piel y los ojos

n el sistema nervioso o con las glándulas endocrinas (encargadas de la producción de hormonas).

Cancer de higado.



El hígado, órgano de mayor tamaño del cuerpo humano sin contar la piel, se localiza debajo de las costillas, en lado derecho del abdomen.

Entre sus principales funciones destacan la filtración de la sangre y la eliminación de los desechos tóxicos, así como la fabricación de enzimas que ayudan a digerir los alimentos, convirtiéndolos en sustancias necesarias para el buen funcionamiento del organismo. Algunos nutrientes tienen que modificarse químicamente (metabolizarse) en el hígado antes de que el resto del cuerpo los pueda usar como fuente de energía. El hígado produce algunos de los factores de coagulación que evitan que la sangre esté demasiado líquida y segrega además bilis al intestino para ayudar a absorber los nutrientes.

El hígado se divide en tres lóbulos, el derecho, el izquierdo y uno más pequeño denominado cuadrado, que a su vez se subdividen en segmentos. Al contrario que la mayoría de los demás órganos del cuerpo, recibe sangre de dos fuentes. La arteria hepática suple al hígado con sangre rica en oxígeno mientras que la vena porta transporta sangre rica en nutrientes desde los intestinos. Toda la sangre procedente del tubo digestivo atraviesa el hígado antes de llegar al resto del organismo, lo que lo convierte en una especie de 'aduana' frente al mundo exterior.

Sintomas cancer de boca y estomago.




El cáncer de esófago no suele presentar síntomas muy claros durante las primeras fases de la enfermedad, de ahí que frecuentemente se diagnostique en fases demasiado avanzadas de la enfermedad como para tener cura. La mejor herramienta para detectar lesiones precancerosas son los chequeos regulares, pero además, a medida que la enfermedad avanza, ésta puede reconocerse por algunos signos que van desde dificultades y dolor al tragarhasta tos persistente, pasando por vómitos, esputos sanguinolentos, ronquera, tos crónica o pérdida repentina de peso. Este tipo de cáncer suele aparecer alrededor de los 45 años, aunque puede desarrollarse en cualquier momento.


En cuanto al cáncer oral, aunque cada paciente puede experimentarlos de forma diferente, algunos de los signos que pueden indicarnos que estamos ante una situación maligna son:

  • Una llaga que no acaba de curar
  • Un bulto que aparece de repente en los labios o en el interior de la boca
  • Una mancha roja que aparece repentinamente en la lengua
  • Hinchazón en las mandíbulas
  • Dolor de oído
  • Cambios en la voz
  • Dolor en la zona
  • Problemas para masticar y tragar

Sintomas cancer de boca y estomago.




El cáncer de esófago no suele presentar síntomas muy claros durante las primeras fases de la enfermedad, de ahí que frecuentemente se diagnostique en fases demasiado avanzadas de la enfermedad como para tener cura. La mejor herramienta para detectar lesiones precancerosas son los chequeos regulares, pero además, a medida que la enfermedad avanza, ésta puede reconocerse por algunos signos que van desde dificultades y dolor al tragarhasta tos persistente, pasando por vómitos, esputos sanguinolentos, ronquera, tos crónica o pérdida repentina de peso. Este tipo de cáncer suele aparecer alrededor de los 45 años, aunque puede desarrollarse en cualquier momento.


En cuanto al cáncer oral, aunque cada paciente puede experimentarlos de forma diferente, algunos de los signos que pueden indicarnos que estamos ante una situación maligna son:

  • Una llaga que no acaba de curar
  • Un bulto que aparece de repente en los labios o en el interior de la boca
  • Una mancha roja que aparece repentinamente en la lengua
  • Hinchazón en las mandíbulas
  • Dolor de oído
  • Cambios en la voz
  • Dolor en la zona
  • Problemas para masticar y tragar

CANCER DE BOCA Y ESOFAGO


Labios, dientes, encías, mucosa bucal (revestimiento interior de labios y mejillas), el piso de la boca, el paladar y también la pequeña región situada detrás de las muelas del juicio. Todas estas zonas son las que componen la cavidad oral que, junto a la faringe (tercio posterior de la lengua y la garganta, y amígdalas) son las regiones que resultan afectadas por las células malignas. Por otro lado, entre la garganta y el estómago, el conducto por el que transitan, entre otras sustancias, la bebida y el alimento, es el esófago. Éste está localizado justo inmediatamente detrás de la tráquea y en un adulto tiene una longitud que ronda los 25 centímetros.


Los tumores que se localizan en esta zona suelen ser de dos tipos, en función del carácter de las células malignas: carcinomas y adenocarcinomas. Los primeros, carcinomas de células escamosas –por su forma planas y parecida a una escama–, se originan en la capa de células que revisten las paredes internas de la boca y el esófago. En las etapas más tempranas, estos tumores están localizados, y sólo cuando la enfermedad progresa y las células malignas se extienden puede hablarse de cáncer invasivo. Los adenocarcinomas, por su parte, son aquellos tumores que se localizan en las células glandulares (aquellas que segregan líquidos mucosos para el recubrimiento interno de las paredes de los órganos).


Cuando la enfermedad se extiende, las células malignas llegan al sistema linfático, una compleja red de vasos, válvulas, conductos, ganglios y órganos distribuidos por todo el cuerpo que ayudan a proteger el ambiente líquido del organismo mediante la producción, filtración y transporte de linfa, el fluido que contiene las células encargadas de luchar contra enfermedades e infecciones. Las células cancerosas, para su traslado, emplean precisamente los ganglios linfáticos, pequeñas acumulaciones de células defensivas. En el caso del cáncer oral, estos ganglios suelen viajar hasta el cuello, aunque también es posible que alcancen otras partes del cuerpo (hígado, pulmones, cerebro e incluso huesos), igual que ocurre con los tumores originados en el esófago.

SÍNTOMAS DEL CANCER DE COLON

Cuando se produce sintomatología, el cáncer colo-rectal suele estar avanzado y las posibilidades de supervivencia son muy escasas. Por este motivo, es fundamental un diagnóstico precoz basado principalmente en la pérdida de sangre en heces.

Los pacientes pueden presentar alguno de estos síntomas:

- Cambio en los hábitos intestinales: diarrea, estreñimiento o estrechamiento de los excrementos. Se considera como norma que las diarreas son características de los casos de cáncer de ciego y colon ascendente. Mientras que el estreñimiento lo es de los localizados en descendente y sigma. La diarrea se produce por el proceso de irritación y el estreñimiento debido a que el tumor está estrechando la luz del intestino y no permite el paso de la materia fecal.

- Sensación de tener que evacuar que no se alivia al hacerlo.

- Sangrado rectal o en los excrementos.

- Debilidad, cansancio y disminución del apetito: estos síntomas se dan cuando el cáncer está muy avanzado.

- Masa tumoral: cuando el tumor está muy desarrollado puede detectarse la masa en una palpación.

- Dolor cólico: sensación de plenitud o molestia indefinida, a veces difusa y otras veces localizada. Cuando se produce un cuadro de obstrucción puede darse dolor debido al estrechamiento que se produce en el intestino. También el dolor se ocasiona debido a las infiltraciones peri-rectales de las estructuras nerviosas.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

CÁNCER Y DEPRESIÓN

La depresión es una enfermedad discapacitante que afecta de 15 a 25% de los pacientes de cáncer. Afecta de la misma manera a hombres y mujeres que padecen de cáncer. Las personas que reciben un diagnóstico de cáncer experimentarán distintos niveles de tensión y angustia emocional.
Entre los aspectos importantes de la vida de cualquier persona con cáncer, se encuentran los siguientes: 
Miedo a la muerte.
Interrupción de planes de vida.
Cambios en la imagen corporal y la autoestima.
Cambios en su función social y su estilo de vida.
Preocupaciones monetarias y legales.

Todas las personas diagnosticadas con cáncer reaccionan ante estos aspectos en forma diferente y pueden no padecer de depresión grave o ansiedad.

Los pacientes que reciben cuidado paliativo por un cáncer pueden tener, con frecuencia, sentimientos de depresión y ansiedad que los conducen a experimentar una calidad de vida mucho más baja. Los pacientes bajo cuidados paliativos que sufren de depresión indican que están más preocupados sobre sus síntomas físicos, sus relaciones y sus creencias acerca de la vida. Algunos pacientes deprimidos que están en la fase terminal de su enfermedad dijeron sentir que "son una carga" para otros aunque la dependencia real sea pequeña.

De la misma manera que los pacientes necesitan ser evaluados por depresión durante todo el tratamiento, también deben ser evaluadas las personas a cargo de su cuidado. Se ha encontrado que las personas que cuidan al enfermo experimentan bastante más ansiedad y depresión que la gente que no está a cargo del cuidado de pacientes de cáncer. Los niños también se ven afectados cuando uno de los padres con cáncer está deprimido. Un estudio de mujeres con cáncer de mama demostró que los hijos de pacientes deprimidos tienen mayores probabilidades de sufrir problemas emocionales y de comportamiento.

Hay muchas ideas equivocadas sobre el cáncer y sobre cómo lo enfrenta la gente; por ejemplo:

Todas las personas con cáncer están deprimidas.

La depresión es normal en las personas con cáncer.

El tratamiento no ayuda para la depresión.

Todos los pacientes con cáncer sufren y tienen una muerte dolorosa.

La tristeza y la aflicción son reacciones normales ante las crisis que se enfrentan al tener cáncer, y todo el mundo las siente en un momento u otro. No obstante, como la tristeza es algo común, es importante distinguir entre los niveles normales de tristeza y la depresión. Una parte importante del cuidado de pacientes con cáncer es reconocer que la depresión necesita tratarse. Algunas personas pueden tener más problemas que otras para aceptar el diagnóstico de cáncer. La depresión grave no es simplemente estar triste o desanimado.

La depresión grave afecta a cerca de 25% de los pacientes y presenta síntomas comunes que se pueden diagnosticar y tratar. Los síntomas de depresión que se observan en un paciente con diagnóstico de cáncer pueden ser una señal de que el paciente tuvo un problema de depresión antes de ese diagnóstico.

Todos los pacientes experimentarán tristeza y pesadumbre en forma periódica durante todo el tiempo que va desde el diagnóstico de la enfermedad y el tratamiento, hasta la supervivencia. A menudo, cuando las personas se enteran de que tienen cáncer, reaccionan con sentimientos de incredulidad, negación o desesperación. También, pueden tener problemas para dormir, pierden el apetito, se sienten angustiadas y están preocupadas por el futuro. Por lo general, estos síntomas y miedos van disminuyendo a medida de que la persona se adapta al diagnóstico. Algunas de las señales de que la persona ha aceptado el diagnóstico incluyen la capacidad para seguir participando en actividades de la vida diaria y para seguir funcionando como esposo, padre, trabajador y otros papeles, al incorporar el tratamiento en su programa diario. Si la familia del paciente diagnosticado con cáncer es capaz de expresar abiertamente sus sentimientos y resolver los problemas en forma eficaz, tanto el paciente como los miembros de la familia se deprimen menos. La buena comunicación en el seno de la familia reduce la ansiedad. Una persona que no puede aceptar el diagnóstico durante un largo período de tiempo y que pierde interés por sus actividades diarias puede estar deprimida. Los síntomas leves de depresión pueden ser desconcertantes y es posible mejorarlos con orientación. Incluso los pacientes que no muestren síntomas obvios de depresión se pueden beneficiar con la orientación; sin embargo, cuando los síntomas son intensos y duraderos, o cuando vuelven continuamente, es importante un tratamiento más intensivo.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Intervención de la fase terminal.

Los cuidados paliativos son el conjunto de intervenciones médicas, sociales y psicológicas encaminadas a mantener o mejorar la calidad de vida de los pacientes y familiares cercanos en la fase terminal, cuando la enfermedad ya no responde por más tiempo a tratamientos específicos y es potencialmente fatal en un lapso corto de tiempo. Como características de la situación terminal se han señalado:

  • enfermedad avanzada, incurable y en fase de progresión rápida, claramente diferenciada de una situación de cronicidad alta relativamente estable
  • ausencia razonable de respuesta a tratamientos específicos
  • impacto emocional intenso sobre el enfermo, sus familiares y los propios terapeutas, suscitado por la proximidad de la muerte, y modulado por el sufrimiento físico, el aislamiento y la soledad.
 La atención puede dispensarse mediante unidades de cuidados paliativos que son servicios hospitalarios especializados en este tipo de atención, que han de estar integrados por equipos multidisciplinares que incluyen médicos, enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos, asesores espirituales, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas, así como voluntarios. De forma alternativa la atención puede ser domiciliaria.
    En primer lugar, los cuidados paliativos han de orientarse al control de los síntomas físicos: dolor, fatiga, debilidad, problemas del sueño, anorexia, etc. Los objetivos generales del tratamiento psicológico se centran en tres áreas fundamentales: Respecto al enfermo terminal:
    • Reducir la soledad y el aislamiento del paciente.
    • Aumentar su control sobre el entorno y su autonomía.
    • Reducir la apreciación de amenaza.
    • Aumentar la autoestima.
    • Disminuir la ansiedad y depresión.
    • Control de síntomas.

      Respecto a la familia son dos los objetivos:
-Soporte emocional para el afrontamiento de la situación actual y para la pérdida inminente.
-Soporte informativo de los recursos que pueden usar.
-Respecto del personal sanitario, hay dos objetivos:
-Ayudar al manejo de sus propias emociones ante la situación terminal.-Formación para la detección de las necesidades reales del paciente terminal.
    Para conseguir estos objetivos ha de hacerse uso de técnicas cognitivo-conductuales: inoculación de estrés, relajación, hipnosis, técnicas operantes para reforzar conductas apropiadas, etc. La cooperación de voluntarios que hayan tenido familiares con cáncer, bien entrenados y seleccionados, es un elemento de aprendizaje vicario de respuestas de afrontamiento que es muy útil.
TRATAMIENTO CANCER DE PROSTATA

El tratamiento presenta menos ventajas a los hombres mayores de 70 años que a otros más jóvenes. Esto es debido a que los más mayores tienen más posibilidades de morir por otra causa que no sea el cáncer dada la lentitud de su evolución natural. Además, estos tratamientos pueden producir impotencia e incontinencia con lo que la forma de vida de los afectados puede deteriorarse gravemente.

Algunos enfermos mayores con cáncer de próstata deciden esperar y vigilar el curso de la enfermedad antes de someterse a algún tratamiento. En muchas ocasiones, el tumor permanece espontáneamente estabilizado durante largos periodos de tiempo. Si la vigilancia es correcta y se actúa pronto en caso de progresión, esta actitud de "ver y esperar" no empeora el pronóstico.


Los tratamientos que se suelen emplear son los siguientes:

Prostatectomía radical: con esta operación se extirpa toda la glándula prostática junto con algunas estructuras cercanas, como las glándulas seminales, y se utiliza cuando el cáncer no se ha propagado más allá de la próstata.

Se puede realizar con anestesia general o anestesia epidural.

Existen dos formas de realizar esta intervención, una la prostatectomía retropúbica radical y otra la prostatectomía perineal radical. En la primera la incisión quirúrgica se realiza por el abdomen inferior. En la segunda, la incisión se realiza entre el escroto y el ano. Con esta última, no se pueden extirpar los ganglios linfáticos.

La glándula prostática está rodeada de nervios que hay que revisar durante la intervención para comprobar que no estén afectados. Si lo están, habrá que extirparlos, si no, se conservarán aumentando con ello las probabilidades de no sufrir impotencia tras la operación.

El tiempo de la intervención es de una a cuatro horas. El paciente estará hospitalizado durante cuatro o cinco días y tendrá que estar de tres a cinco semanas sin trabajar.

Por lo general, se llevará una sonda urinaria durante 10 ó12 días después de la intervención, tras este período se retirará la sonda.

Resección transuretral de la próstata: consiste en una extirpación parcial de la próstata, la parte que se encuentra rodeando la uretra.

Este tipo de intervención se realiza en hiperplasias benignas de próstata y también en aquellos pacientes con cáncer prostático que no pueden ser sometidos a resección total. Se utiliza para aliviar los síntomas que presentan estos pacientes pero no para curarlos.

La intervención se realiza mediante un instrumento que se introduce por uretra. Éste lleva insertado un pequeño metal que al calentarse corta la parte de tejido maligno. Se emplea anestesia general o epidural. La operación dura aproximadamente una hora.

Tras la intervención, la orina es conducida, a través de un catéter, desde la vejiga al exterior. Se mantendrá la sonda durante dos o tres días y luego se retirará.

El paciente podrá incorporarse a sus hábitos normales de vida tras una o dos semanas.

Criocirugía: consiste en congelar las células cancerosas para mantener localizado el cáncer. Se realiza colocando una sonda, a través de una incisión en la piel, entre el ano y el escroto.

Para localizar el lugar donde tiene que insertarse, se utiliza una ecografía transrectal.

Al mismo tiempo se introduce otra sonda por uretra, por la que se pasa suero salino tibio para que la uretra no se congele.

Esta técnica tiene que realizarse con anestesia epidural.

En la intervención se colocará un catéter en vejiga, a través de una incisión en la piel para que la orina salga sin problemas pues, tras la intervención, la próstata se inflama. Esta sonda se mantendrá durante una o dos semanas, tras las cuales se retirará y el hombre podrá orinar normalmente.

Esta técnica se suele emplear en aquellos pacientes que, por sus condiciones físicas, no pueden soportar una cirugía o un tratamiento con radioterapia.

Radioterapia: La radioterapia consiste en el empleo de rayos de alta energía, como rayos X, para destruir o disminuir el número de células cancerosas. Es un tratamiento local.

Se desarrolla a lo largo de unos días (los que el oncólogo y el radiólogo hayan creído convenientes), y el paciente va de forma ambulatoria a la clínica o sala donde se realice la radioterapia; no tiene que estar ingresado para ello.

En sí, el tratamiento dura unos minutos cada día. No es doloroso sino que es algo parecido a una radiografía sólo que la radiación es mayor y está concentrada en la zona afectada.

Los efectos secundarios de este tratamiento son inflamación, enrojecimiento y sequedad como después de una quemadura solar, que suelen desaparecer tras seis o 12 meses.

Braquiterapia: consiste en un tipo de radioterapia interna. Se utilizan unas pequeñas partículas, del tamaño de un grano de arroz, que son insertadas en la próstata. Estas partículas son radiactivas y emiten radiación durante semanas o meses. No producen dolor, su tamaño es muy pequeño, su presencia ocasiona poca incomodidad. Puede que durante una semana después de su colocación, la persona presente dolor en el área perineal y un color de orina rojo-pardo.

Hoy día la radioterapia, ya sea externa o braquiterápica se ha convertido en una alternativa a la cirugía. No es aplicable a todos los casos, pero es capaz de curar a muchos pacientes sin necesidad de cirugía y con una probabilidad menor de sufrir secuelas permanentes, como impotencia o incontinencia. Si sucede una recaída tras la irradiación, se puede curar mediante la cirugía.

Tratamiento hormonal: consiste en disminuir los niveles de andrógenos, hormonas masculinas porque éstas provocan un crecimiento de las células cancerosas. Al disminuir los niveles de estas hormonas, se pueden reducir o hacer que crezca más lentamente el cáncer pero no se cura.

Este tratamiento se utiliza con aquellos pacientes que tienen un cáncer de próstata extendido a otras partes del cuerpo. Otra aplicación de las hormonas es el determinado tratamiento adyuvante, en el que se aplican después de una cirugía curativa con la intención de disminuir la probabilidad de una recaída.

La terapia hormonal se puede hacer mediante la extirpación de los testículos o mediante la administración de medicamentos. La primera técnica es muy agresiva y generalmente se suele preferir la segunda.

Los análogos de la hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH) son medicamentos que disminuyen la cantidad de testosterona producida en los testículos. Se inyectan mensualmente o cada tres meses en la consulta de un médico o en un centro de oncología. Los medicamentos que se emplean son el leuprolide y el zoladex.

Después de estos dos tratamientos, se pueden utilizar los bloqueadores de los andrógenos. También se emplean como un tratamiento combinado con los anteriores, siendo más eficaz que cada uno por separado. La combinación de análogos LHRH con antiandrógenos es el tratamiento hormonal más habitual para el tratamiento del cáncer de próstata. Se lo suele denominar con las siglas BAC, que corresponden a Bloqueo Androgénico Completo.

Los antiandrógenos se administran en forma de píldoras, una o tres veces al día.

Quimioterapia: se utiliza cuando el cáncer de próstata se ha extendido fuera de la glándula prostática y cuando la terapia hormonal ha fallado. Con ella no se persigue destruir todas las células cancerosas pero sí reducir los síntomas y retrasar la evolución del cáncer. No se recomienda su uso para las primeras etapas del cáncer de próstata. Hasta hace poco no existían tratamientos de quimioterapia verdaderamente eficaces para tratar el cáncer de próstata resistente a las hormonas. Hoy día existe un medicamento llamado docetaxel. Es un producto que se administra en forma de goteros intravenosos, aplicados cada tres semanas sin necesidad de ingreso


Efectos secundarios de estos tratamientos

Los efectos secundarios más importantes son la incontinencia o incapacidad para controlar la emisión de orina. Los tratamientos para el cáncer de próstata pueden dañar los músculos y los nervios de la vejiga y de la uretra. Esto puede provocar que se escape la orina al toser, reír, o al realizar ejercicios.

La retención urinaria es el efecto opuesto a la incontinencia, aparece al acumularse mucha cantidad de orina en la vejiga. Esto ocurre porque la próstata aumentada de tamaño presiona sobre el conducto uretral impidiendo la salida de orina. También puede ocurrir como consecuencia de la formación de tejido en la cicatriz tras la operación; este tejido bloquea el flujo de orina.

La impotencia o incapacidad para obtener una erección, puede ser otro efecto secundario. Ésta se produce debido a que los nervios, responsables de las erecciones, hayan sido dañados o extirpados por la prostatectomía radical.

La radioterapia y la criocirugía también pueden dañar los nervios, pero la incidencia de la impotencia es mucho menor que con la cirugía.

La radioterapia puede producir diarrea transitoria con o sin sangre e inflamación del intestino grueso (colitis).

La quimioterapia aplicada al cáncer de próstata ocasiona la caída del cabello en casi todos los casos. Esta alopecia es reversible y el pelo se recupera al suspender el tratamiento. El cansancio y la pérdida de apetito son comunes. En cambio, las náuseas y vómitos aparecen pocas veces y suelen durar pocos días. Durante el periodo de quimioterapia hay que realizar análisis de sangre con frecuencia, ya que podrían disminuir los glóbulos blancos, lo que propicia las infecciones.

DETECCIÓN Y SÍNTOMAS DEL CANCER DE PROSTATA

En las primeras etapas del cáncer de próstata no suelen darse muchos síntomas.

Los síntomas más frecuentes son:

- Necesidad de orinar frecuentemente y, sobre todo, por la noche.
- Dificultad para comenzar la micción o detenerla.
- Incapacidad para orinar.
- Interrupción del flujo de orina o débil.
- Micción dolorosa o sensación de quemazón.
- Dificultad para tener una erección.
- Eyaculación dolorosa.
- Sangre en orina o semen.
- Dolor frecuente o sensación de tensión en la parte inferior del abdomen, en caderas o en la parte superior de los muslos.

Cualquiera de estos síntomas pueden presentarse cuando existe cáncer pero también con cualquier otro problema menos serio. En realidad, es mucho más frecuente que cualquiera de estas molestias esté relacionada con la hipertrofia prostática benigna que con el cáncer, por lo que no debe cundir el pánico si se presentan, pero es conveniente consultar con su médico.

El cáncer de próstata crece muy lentamente, por esto no varía mucho el índice de supervivencia si se detecta muy pronto y se pone tratamiento o si se hace algo más tarde, siempre que el tumor no se haya propagado más allá de esta glándula.

El diagnóstico precoz del cáncer de próstata se basa en las visitas periódicas al urólogo, el tacto rectal, la determinación de la PSA, la ecografía transrectal y la biopsia. Lo cierto es que la utilidad del diagnóstico precoz del cáncer prostático dista de estar tan bien demostrada como, por ejemplo, la de la mamografía con respecto al cáncer de mama.

Está claro que acudiendo al urólogo el cáncer se diagnostica en una fase algo más temprana. Sin embargo, algunos estudios indican que la probabilidad de curarse del cáncer es la misma si lo diagnostica el urólogo antes de que aparezcan los primeros síntomas o algún tiempo después, cuando el paciente consulta por esas molestias. En cualquier caso y por un principio de prudencia, muchas asociaciones de urología y oncología sí que recomiendan la visita anual al urólogo empezando alrededor de los 50 años.

Las pruebas fundamentales que se realizan en la visita rutinaria son el tacto rectal y la determinación de la PSA en el análisis de sangre. Si se observa alguna anomalía, la primera prueba que se suele hacer a continuación es la ecografía transrectal.

La próstata está situada justo por delante del recto, de modo que la manera más fácil de observarla con detalle consiste en introducir una sonda de ultrasonidos en los primeros centímetros del recto, a través del ano. La ecografía transrectal informa del volumen, forma y contenido de la próstata. Si se aprecia algo con posibilidades de ser un tumor, se practica una biopsia mediante la inserción de una aguja, también a través del ano.
¿QUÉ ES EL CANCER DE PROSTATA?


Se trata de un tumor maligno que se desarrolla en la glándula prostática. Consiste en un crecimiento descontrolado de las células prostáticas. Esto hace, entre otras cosas, que la próstata, por su situación, presione sobre la vejiga y la uretra impidiendo la salida normal de la orina.

La mayoría de los tumores cancerosos prostáticos crecen muy lentamente, aunque algunos lo hacen de forma rápida, incluso pueden propagarse.

La próstata es un órgano glandular, del tamaño de una nuez, presente en los hombres y situada alrededor del cuello vesical y parte de la uretra, por delante del recto. Secreta un líquido, blanquecino y viscoso, que se mezcla con el esperma en el momento de la eyaculación.

Existen vasos linfáticos que rodean la próstata y que desembocan en los ganglios linfáticos pélvicos.


Cuando aparece un cáncer en la próstata, existe la posibilidad de que las células cancerosas se diseminen a través de los vasos linfáticos y que afecten a los ganglios y de ahí a cualquier zona del cuerpo.

Historia de la risoterapia


La risoterapia practica desde hace mucho tiempo como técnica complementaria no solo en terapias mentales, sino también en la curación de enfermedades corporales.
Cuando se empezó a utilizar la risoterapia como técnica curativa se creía en el poder que tenía para influir en el cuerpo, sobre todo en los estados de ánimo alegres y felices, los cuales crean una predisposición favorable para la curación corporal. La recomiendan como una practica complementaria a las terapias curativas de gran efectividad. En China los taoistas enseñaban que una simple sonrisa aseguraba la salud, la felicidad y la longevidad: pensaban que la salud de una persona era proporcional a las veces que se reía durante el día. En la Edad Media uno de los momentos más importantes era la actuación de los bufones durante las comidas con el fin de producir hilaridad en los comensales, con lo que se lograba una mejor digestión. Richard Mulcaster  recomendaba la risa moderada como ejercicio. Robert Burton erudito inglés propone la risa como método terapéutico. El filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804) decía que la risa es «un fenómeno psicosomático». El médico inglés William Battie, realiza tratamientos a los enfermos mentales complementadolo con la utilización del sentido del humor. Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar nuestro organismo de energía negativa. Esa catarsis -según él- nos permitiría vivir mejor. William McDougall, profesor de psicología en Harvard, sostiene que la función biológica de la risa es para ayudar a mantener el bienestar y la salud psicológica.

TRATAMIENTO DEL CANCER DE PIEL


Cáncer de piel no melanoma

La mayoría de los carcinomas de células basales y de células escamosas se curan mediante cirugía menor. Existen varios tipos de cirugía que se emplearán según sea la localización y el tipo de tumor.

Escisión simple: el tumor y una porción de tejido circundante se extirpan mediante bisturí. Luego se cosen los bordes.

Criocirugía: se utiliza nitrógeno líquido para congelar y así destruir las células malignas. En la actualidad sólo está indicada en las queratosis actínicas (lesiones precancerosas).

Cirugía de Mohs: este procedimiento quirúrgico utilizado para tratar el cáncer de piel no melanoma (sobre todo el cáncer basocelular de la cara) consiste en extraer capas individuales de tejido canceroso y examinarlas una por una bajo un microscopio para valorar si está suficientemente extirpada, tanto en superficie como en profundidad.

Cirugía por láser: se utilizan los rayos láser para vaporizar las células cancerosas. Esta técnica se emplea en el carcinoma de células basales muy superficiales y en el carcinoma de células escamosas in situ.

Cirugía de ganglios linfáticos: si los ganglios cercanos al cáncer están inflamados habrá que extirparlos mediante cirugía. Hoy día se emplea la técnica del ganglio centinela en muchos casos de melanoma.

Quimioterapia

Existen diversas formas de administración y numerosos tratamientos, cuyas formulaciones avanzan rápidamente a medida que la ciencia progresa.

Cuando se emplean de forma tópica, los fármacos llegan a las células más cercanas de la superficie de la piel por lo que este modo de empleo se utilizará sólo para las condiciones premalignas. Este tipo de medicamento enrojece la zona donde se aplica, y la hace más sensible al sol, por lo que habrá que protegerla durante unas semanas del sol.

Si el cáncer se encuentra en una etapa avanzada se empleará la quimioterapia sistémica, es decir, aquella que llega a todas las partes del organismo. Este último tipo (administrada sola o junto con la radioterapia) no puede curar un cáncer de la piel no melanoma que haya hecho metástasis.

Interferón
Mejora un tanto el pronóstico de los pacientes operados de melanoma, disminuyendo el riego de aparición de metástasis. Es un tratamiento inyectable. de duración en torno a un año y con un cierto número de efectos adversos, por lo que se suele reservar para los casos de melanoma de mayor riesgo, como aquellos más profundos o con afectación de los ganglios linfáticos.

Radioterapia


Consiste en el empleo de rayos de alta energía, como rayos X, para destruir o disminuir el número de células cancerosas. Es un tratamiento local. Se desarrolla a lo largo de unos días, y la paciente va de forma ambulatoria a la clínica o sala donde se realice la radioterapia; no tiene que estar ingresada para ello.

En sí, el tratamiento dura unos minutos. No es doloroso sino que es algo parecido a una radiografía sólo que la radiación es mayor y está concentrada en la zona afectada.

La radioterapia se utiliza en este tipo de cáncer en aquellos pacientes que no pueden someterse a cirugía por su estado general. En principio, las personas de edad muy avanzada pueden tener problemas para ser intervenidos quirúrgicamente. Así el segundo tratamiento de elección sería la radioterapia.
Este tratamiento puede curar aquellos tipos de cáncer que se encuentre en estadios bajos. También puede retrasar el crecimiento de aquellos tumores más avanzados.

La radioterapia también puede utilizarse como ayuda al tratamiento de cirugía. Tras ésta, y para asegurar que no se quede ninguna célula cancerosa, se somete al paciente a un tratamiento con radioterapia. También se puede utilizar para radiar las metástasis en otros órganos.

Carcinoma de células basales

Hoy día el tratamiento de elección de carcinoma de células basales es la terapia fotodinámica. Se trata de aplicar un producto tópico que actúa como fotosensibilizador (el ácido aminolevulínico). Este producto es captado de modo específico por las células tumorales en unas dos o tres horas. Tras este tiempo se somete al paciente a una luz láser especial. Las células tumorales sensibilizadas por el ácido son destruidas cuando se someten a ocho minutos de láser. Este procedimiento se debe repetir aproximadamente al mes.

Tras este tratamiento el carcinoma de células basales (carcinoma basocelular) se cura en más del 95% de los casos sin dejar cicatriz.

La técnica que mayor índice de curación presenta para estos tumores es la cirugía de Mohs que resulta beneficiosa para los que se presentan en orejas, ojos, nariz, frente, cuero cabelludo, dedos y área genital. Esta cirugía se emplea para el tratamiento de tumores de gran tamaño, tumores localizados en determinadas áreas críticas y tumores que han reaparecido después de otros tratamientos.


Carcinoma de células escamosas

La escisión es la técnica que se suele emplear en este tipo de tumores; no obstante, cuando son muy superficiales, también se ha demostrado la efectividad de la terapia fotodinámica.

Para los tumores que se han extendido a otras zonas, tanto en los carcinomas basales como en los carcinomas de células escamosas, se empleará los tratamientos mencionados anteriormente a modo general.

Cáncer de piel melanoma

Los estadios localizados del melanoma tienen unas posibilidades elevadas de ser curados con cirugía. El empleo de ésta para los diseminados se utilizará con intención paliativa, es decir, para disminuir los síntomas.
Cirugía

La lesión primaria debe ser extirpada, incluyendo piel, tejido celular subcutáneo y aponeurosis. Como para realizar el diagnóstico se habrá realizado una biopsia escisional, deberá cortarse por la cicatriz con un margen amplio, entre dos y tres centímetros.

Para los melanomas menores de 0,76 mm., será suficiente extirpar un margen de 1 cm.

Cuando hay ganglios afectados, deberán ser extirpados. Esto se realizará cuando se evidencie una inflamación de los ganglios.

Biopsia de ganglios centinelas: esta técnica se encuentra en estudio y puede realizarse o no según el criterio médico. Consiste en averiguar qué ganglio es el que se drena fluido linfático a la zona del melanoma y analizarlo. Para ello lo que se hace es inyectar una sustancia, coloreada o con un componente radioactivo, en la zona del melanoma. Al cabo de un tiempo, se podrá observar coloreado o con el compuesto radioactivo aquel ganglio que haya absorbido la sustancia y que será el que pueda contener mayor número de células cancerosas, si el cáncer se ha extendido. Cuando se ha localizado el ganglio, se toma una muestra y se analiza al microscopio. Si presenta células cancerosas, se extirpará. También se extirparán los ganglios linfáticos restantes de esa zona.

Si se ha evidenciado la existencia de metástasis en otros órganos, puede realizarse una cirugía aunque no tenga como objetivo la curación. A veces la extirpación de metástasis en otros órganos, aumenta el tiempo de vida del paciente o, por lo menos, mejora los síntomas que éste presenta.
Quimioterapia


La quimioterapia sistémica se emplea como tratamiento paliativo de los síntomas.

Se utiliza después del tratamiento de cirugía en algunas metástasis dérmicas, cerebrales, intestinales u óseas.

El tratamiento con un solo fármaco o con combinación de ellos es poco eficaz y las tasas de respuesta no superan el 30%. El tiempo de curación es poco. Aún así se siguen realizando investigaciones combinando varios fármacos.

Los medicamentos que se utilizan con más frecuencia son la dacarbacina (DTIC), la carmustina (BCNU), el taxol, el platino, la vinblastina y la vincristina.

Se pueden emplear distintas combinaciones de medicamentos, recientemente se han descrito resultados alentadores con la asociación de DTIC, platino, BCNU y tamoxifeno.

Algunas combinaciones de quimioterápicos se pueden asociar a medicamentos de inmunoterapia como son el interferón, la interleukina-2 y los anticuerpos monoclonales.

TRATAMIENTO DEL CANCER DE PIEL


Cáncer de piel no melanoma

La mayoría de los carcinomas de células basales y de células escamosas se curan mediante cirugía menor. Existen varios tipos de cirugía que se emplearán según sea la localización y el tipo de tumor.

Escisión simple: el tumor y una porción de tejido circundante se extirpan mediante bisturí. Luego se cosen los bordes.

Criocirugía: se utiliza nitrógeno líquido para congelar y así destruir las células malignas. En la actualidad sólo está indicada en las queratosis actínicas (lesiones precancerosas).

Cirugía de Mohs: este procedimiento quirúrgico utilizado para tratar el cáncer de piel no melanoma (sobre todo el cáncer basocelular de la cara) consiste en extraer capas individuales de tejido canceroso y examinarlas una por una bajo un microscopio para valorar si está suficientemente extirpada, tanto en superficie como en profundidad.

Cirugía por láser: se utilizan los rayos láser para vaporizar las células cancerosas. Esta técnica se emplea en el carcinoma de células basales muy superficiales y en el carcinoma de células escamosas in situ.

Cirugía de ganglios linfáticos: si los ganglios cercanos al cáncer están inflamados habrá que extirparlos mediante cirugía. Hoy día se emplea la técnica del ganglio centinela en muchos casos de melanoma.

Quimioterapia

Existen diversas formas de administración y numerosos tratamientos, cuyas formulaciones avanzan rápidamente a medida que la ciencia progresa.

Cuando se emplean de forma tópica, los fármacos llegan a las células más cercanas de la superficie de la piel por lo que este modo de empleo se utilizará sólo para las condiciones premalignas. Este tipo de medicamento enrojece la zona donde se aplica, y la hace más sensible al sol, por lo que habrá que protegerla durante unas semanas del sol.

Si el cáncer se encuentra en una etapa avanzada se empleará la quimioterapia sistémica, es decir, aquella que llega a todas las partes del organismo. Este último tipo (administrada sola o junto con la radioterapia) no puede curar un cáncer de la piel no melanoma que haya hecho metástasis.

Interferón
Mejora un tanto el pronóstico de los pacientes operados de melanoma, disminuyendo el riego de aparición de metástasis. Es un tratamiento inyectable. de duración en torno a un año y con un cierto número de efectos adversos, por lo que se suele reservar para los casos de melanoma de mayor riesgo, como aquellos más profundos o con afectación de los ganglios linfáticos.

Radioterapia


Consiste en el empleo de rayos de alta energía, como rayos X, para destruir o disminuir el número de células cancerosas. Es un tratamiento local. Se desarrolla a lo largo de unos días, y la paciente va de forma ambulatoria a la clínica o sala donde se realice la radioterapia; no tiene que estar ingresada para ello.

En sí, el tratamiento dura unos minutos. No es doloroso sino que es algo parecido a una radiografía sólo que la radiación es mayor y está concentrada en la zona afectada.

La radioterapia se utiliza en este tipo de cáncer en aquellos pacientes que no pueden someterse a cirugía por su estado general. En principio, las personas de edad muy avanzada pueden tener problemas para ser intervenidos quirúrgicamente. Así el segundo tratamiento de elección sería la radioterapia.
Este tratamiento puede curar aquellos tipos de cáncer que se encuentre en estadios bajos. También puede retrasar el crecimiento de aquellos tumores más avanzados.

La radioterapia también puede utilizarse como ayuda al tratamiento de cirugía. Tras ésta, y para asegurar que no se quede ninguna célula cancerosa, se somete al paciente a un tratamiento con radioterapia. También se puede utilizar para radiar las metástasis en otros órganos.

Carcinoma de células basales

Hoy día el tratamiento de elección de carcinoma de células basales es la terapia fotodinámica. Se trata de aplicar un producto tópico que actúa como fotosensibilizador (el ácido aminolevulínico). Este producto es captado de modo específico por las células tumorales en unas dos o tres horas. Tras este tiempo se somete al paciente a una luz láser especial. Las células tumorales sensibilizadas por el ácido son destruidas cuando se someten a ocho minutos de láser. Este procedimiento se debe repetir aproximadamente al mes.

Tras este tratamiento el carcinoma de células basales (carcinoma basocelular) se cura en más del 95% de los casos sin dejar cicatriz.

La técnica que mayor índice de curación presenta para estos tumores es la cirugía de Mohs que resulta beneficiosa para los que se presentan en orejas, ojos, nariz, frente, cuero cabelludo, dedos y área genital. Esta cirugía se emplea para el tratamiento de tumores de gran tamaño, tumores localizados en determinadas áreas críticas y tumores que han reaparecido después de otros tratamientos.


Carcinoma de células escamosas

La escisión es la técnica que se suele emplear en este tipo de tumores; no obstante, cuando son muy superficiales, también se ha demostrado la efectividad de la terapia fotodinámica.

Para los tumores que se han extendido a otras zonas, tanto en los carcinomas basales como en los carcinomas de células escamosas, se empleará los tratamientos mencionados anteriormente a modo general.

Cáncer de piel melanoma

Los estadios localizados del melanoma tienen unas posibilidades elevadas de ser curados con cirugía. El empleo de ésta para los diseminados se utilizará con intención paliativa, es decir, para disminuir los síntomas.
Cirugía

La lesión primaria debe ser extirpada, incluyendo piel, tejido celular subcutáneo y aponeurosis. Como para realizar el diagnóstico se habrá realizado una biopsia escisional, deberá cortarse por la cicatriz con un margen amplio, entre dos y tres centímetros.

Para los melanomas menores de 0,76 mm., será suficiente extirpar un margen de 1 cm.

Cuando hay ganglios afectados, deberán ser extirpados. Esto se realizará cuando se evidencie una inflamación de los ganglios.

Biopsia de ganglios centinelas: esta técnica se encuentra en estudio y puede realizarse o no según el criterio médico. Consiste en averiguar qué ganglio es el que se drena fluido linfático a la zona del melanoma y analizarlo. Para ello lo que se hace es inyectar una sustancia, coloreada o con un componente radioactivo, en la zona del melanoma. Al cabo de un tiempo, se podrá observar coloreado o con el compuesto radioactivo aquel ganglio que haya absorbido la sustancia y que será el que pueda contener mayor número de células cancerosas, si el cáncer se ha extendido. Cuando se ha localizado el ganglio, se toma una muestra y se analiza al microscopio. Si presenta células cancerosas, se extirpará. También se extirparán los ganglios linfáticos restantes de esa zona.

Si se ha evidenciado la existencia de metástasis en otros órganos, puede realizarse una cirugía aunque no tenga como objetivo la curación. A veces la extirpación de metástasis en otros órganos, aumenta el tiempo de vida del paciente o, por lo menos, mejora los síntomas que éste presenta.
Quimioterapia


La quimioterapia sistémica se emplea como tratamiento paliativo de los síntomas.

Se utiliza después del tratamiento de cirugía en algunas metástasis dérmicas, cerebrales, intestinales u óseas.

El tratamiento con un solo fármaco o con combinación de ellos es poco eficaz y las tasas de respuesta no superan el 30%. El tiempo de curación es poco. Aún así se siguen realizando investigaciones combinando varios fármacos.

Los medicamentos que se utilizan con más frecuencia son la dacarbacina (DTIC), la carmustina (BCNU), el taxol, el platino, la vinblastina y la vincristina.

Se pueden emplear distintas combinaciones de medicamentos, recientemente se han descrito resultados alentadores con la asociación de DTIC, platino, BCNU y tamoxifeno.

Algunas combinaciones de quimioterápicos se pueden asociar a medicamentos de inmunoterapia como son el interferón, la interleukina-2 y los anticuerpos monoclonales.

Se conoce como risoterapia a una estrategia o técnica psicoterapéutica tendiente a producir beneficios mentales y emocionales por medio de la risa. No puede considerarse una terapia, ya que no cura por sí misma enfermedades, pero en ciertos casos logra sinergias positivas con las curas practicadas. Se trata en general que las sesiones de risoterapia se practiquen en grupo aprovechando el contagio de persona a persona, ya que reír en grupo no es lo mismo que hacerlo solos: de esta forma el efecto grupal estimula a los que normalmente no reirían. Es importante aprender a reírse de uno mismo, de las capacidades limitadas del ser humano y de la vida. La sociedad enseña a reírse de los demás en lugar de hacerlo con los demás. La risoterapia ayuda a desdramatizar las situaciones de la vida, desarrollando el espíritu competitivo y optimista. Por eso las personas que realizan risoterapia aprenden a tener una mejor visión de si mismos, de su entorno y de sus posibilidades. Lo básico que se debe hacer es reírse un minuto durante tres veces al día. Aunque eso parezca muy poco es lo esencial para que una persona tenga una mayor calidad de vida, siendo la risa la mejor medicina preventiva sin ninguna contraindicación.

SÍNTOMAS DEL CANCER DE PIEL

El cáncer de piel no melanoma puede tener el aspecto de diversas marcas en la piel. En general, hay que consultar por cualquier mancha que crezca, cambie de forma o de color, sobre todo si se oscurece. También si se abulta, pica o sangra.

Los carcinomas de células basales aparecen en forma de áreas de color rojo, planas o escamosas, o de pequeñas áreas cerosas, brillantes y traslúcidas al relieve que pueden sangrar. Puede haber algún vaso sanguíneo irregular visible, o mostrar áreas de color azul, café o negro.

Los carcinomas de células escamosas pueden tener forma de protuberancias crecientes, de superficie áspera, o planos como manchas rojizas de la piel que crecen lentamente.

El melanoma puede aparecer como un cambio en aquellas manchas de la piel. Cualquier llaga, protuberancia, marca, etc. que sea sospechosa pudiera ser un melanoma. La piel puede volverse áspera o escamosa o puede sangrar o exudar.

Se puede dar un melanoma a partir de un lunar, que cambie de aspecto, o textura. Por lo general, un lunar es una mancha de color uniforme, de color café, canela o negro en la piel. Tienen menos de seis milímetros de diámetro y puede estar presente desde el nacimiento o puede aparecer en la infancia o juventud.

La mayoría de las personas tienen lunares que son benignos. Es importante reconocer sus cambios.

La regla del ABCD puede ayudar a reconocer las características de un melanoma:

Asimetría: la mitad del lunar no se corresponde con la otra mitad.

Bordes irregulares: los bordes del lunar son desiguales.

Color: el color del lunar no es uniforme, sus tonalidades varían desde un marrón a un rojo, o azul.

Diámetro: el lunar tiene más de 6 milímetros de ancho.

Aunque esta regla es útil para la mayoría de los melanomas, no todos se ajustan a estas características.