miércoles, 9 de noviembre de 2011

Intervención de la fase terminal.

Los cuidados paliativos son el conjunto de intervenciones médicas, sociales y psicológicas encaminadas a mantener o mejorar la calidad de vida de los pacientes y familiares cercanos en la fase terminal, cuando la enfermedad ya no responde por más tiempo a tratamientos específicos y es potencialmente fatal en un lapso corto de tiempo. Como características de la situación terminal se han señalado:

  • enfermedad avanzada, incurable y en fase de progresión rápida, claramente diferenciada de una situación de cronicidad alta relativamente estable
  • ausencia razonable de respuesta a tratamientos específicos
  • impacto emocional intenso sobre el enfermo, sus familiares y los propios terapeutas, suscitado por la proximidad de la muerte, y modulado por el sufrimiento físico, el aislamiento y la soledad.
 La atención puede dispensarse mediante unidades de cuidados paliativos que son servicios hospitalarios especializados en este tipo de atención, que han de estar integrados por equipos multidisciplinares que incluyen médicos, enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos, asesores espirituales, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas, así como voluntarios. De forma alternativa la atención puede ser domiciliaria.
    En primer lugar, los cuidados paliativos han de orientarse al control de los síntomas físicos: dolor, fatiga, debilidad, problemas del sueño, anorexia, etc. Los objetivos generales del tratamiento psicológico se centran en tres áreas fundamentales: Respecto al enfermo terminal:
    • Reducir la soledad y el aislamiento del paciente.
    • Aumentar su control sobre el entorno y su autonomía.
    • Reducir la apreciación de amenaza.
    • Aumentar la autoestima.
    • Disminuir la ansiedad y depresión.
    • Control de síntomas.

      Respecto a la familia son dos los objetivos:
-Soporte emocional para el afrontamiento de la situación actual y para la pérdida inminente.
-Soporte informativo de los recursos que pueden usar.
-Respecto del personal sanitario, hay dos objetivos:
-Ayudar al manejo de sus propias emociones ante la situación terminal.-Formación para la detección de las necesidades reales del paciente terminal.
    Para conseguir estos objetivos ha de hacerse uso de técnicas cognitivo-conductuales: inoculación de estrés, relajación, hipnosis, técnicas operantes para reforzar conductas apropiadas, etc. La cooperación de voluntarios que hayan tenido familiares con cáncer, bien entrenados y seleccionados, es un elemento de aprendizaje vicario de respuestas de afrontamiento que es muy útil.

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