viernes, 2 de diciembre de 2011

Su mente y sus sentimientos después del tratamiento del cáncer

"Mientras estaba en tratamiento, sentía que estaba liquidando el cáncer. Después del tratamiento, me sentía como si estuviera esperando que cayera el otro zapato".
Cristina, sobreviviente de cáncer de seno y tiroides, 45 años.

Es normal preocuparse por el regreso del cáncer (o sea lo que se llama "recurrencia"), especialmente durante el primer año después del tratamiento. Este es uno de los temores más comunes que tienen las personas después del tratamiento del cáncer. Incluso años después del tratamiento este miedo puede estar siempre presente.
Para algunos el temor es tan fuerte que dejan de disfrutar la vida, no duermen bien, no comen bien y ni siquiera van a las visitas de seguimiento. "¿Qué voy a hacer si me regresa?" decía una mujer. "Nunca pensé que me recuperaría la primera vez". Por supuesto, no todo el mundo reacciona de esta manera. Como un sobreviviente lo expresaba, "el cáncer forma parte de la vida y siempre tenemos esperanzas".
Muchos sobrevivientes cuentan que a medida que pasa el tiempo, el miedo a que el cáncer regrese disminuye y cada vez piensan menos en su cáncer. Sin embargo, incluso años después del tratamiento, algunos sucesos pueden hacer que usted se preocupe por su salud. Estos pueden incluir:
Visitas de seguimiento.
Aniversarios (como la fecha del diagnóstico, o de la cirugía, o del final del tratamiento).
Cumpleaños.
Enfermedad de un miembro de la familia.
Síntomas similares a los que tuvo cuando descubrió que tenía cáncer.
La muerte de alguien que tenía cáncer.
Recuerdos personales. Por ejemplo, una persona dijo que durante la quimioterapia iba a un restaurante en particular, porque las malteadas que servían ahí eran lo único que podía comer. Después del tratamiento tuvo que dejar de ir al restaurante porque le recordaba el tratamiento y se le "revolvía el estómago".

Sugerencias para manejar los temores de que el cáncer regrese

¿Cómo manejar el miedo de que el cáncer regrese? Aquí le brindamos algunas ideas que han ayudado a otras personas a controlar ese miedo y dar paso a la esperanza.
Infórmese. Aprenda sobre el cáncer, sobre lo que puede hacer por su salud ahora, e investigue acerca de los servicios que tiene a su disposición; eso le puede dar un mayor sentido de control. Algunos estudios sugieren incluso que las personas mejor informadas acerca de su enfermedad y tratamiento tienen más probabilidad de seguir con sus planes de tratamiento y de recuperarse del cáncer más rápidamente que quienes no lo están.
Exprese los sentimientos de temor, enojo o tristeza. La capacidad de comunicar y controlar las emociones ayuda a muchas personas a sentirse menos preocupadas. Muchas personas descubren que cuando son capaces de expresar sus sentimientos fuertes, como el enojo y la tristeza, esos sentimientos se van, desaparecen. Algunos resuelven sus sentimientos hablando con amigos y familiares, con otros sobrevivientes de cáncer o con un consejero. Por supuesto, si usted prefiere no discutir su cáncer con otras personas, no lo tiene que hacer. De todas maneras tiene la posibilidad de expresar sus sentimientos pensando en ellos o escribiéndolos en un papel.
Pensar y hablar de sus sentimientos puede ser difícil. Algunas personas quieren simplemente seguir adelante. Se quitan de la mente la idea del cáncer y todo lo que lo acompaña. Aunque es importante no dejar que el cáncer "controle su vida", puede ser difícil hacerlo.
A veces por diferencias del idioma y hábitos sociales y familiares es difícil comunicarse con otros. Por ejemplo, para una persona de la comunidad latina le puede ser muy difícil hablar francamente de sus problemas con gente de otra cultura. Por ello sería conveniente que usted buscara recursos latinos en la zona donde vive, si existen. Si no existen, hay recursos a través del teléfono y la Internet.
Si descubre que el cáncer está "dominando" su vida, debería buscar la forma de expresar sus sentimientos.

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